miércoles, 30 de noviembre de 2011

Hoy

De repente me acordé de usted.

Que sus palabras nunca fueron sinceras, que sus risas no vinieron del alma.

La traición es usual.

De repente me acordé de usted.

El deseo sigue palpitando como ayer, y nada lo apaga.

Lo utópico.

De repente me acordé de usted.

Siempre faltó ahí.

La esperanza.

De repente… quiero olvidarme de usted.

El fin.