sábado, 15 de mayo de 2010

15


Federico se despertó, sin saber que así acabaría, sin saber que este 15 sería el día. Crimen, puede ser real, pero no sentimental. Las contradicciones se presentan, las personas, en las que creías se transforman, te traicionan, y lo sigues en un crimen.

Personas a su alrededor le sumergen en su falso querer, las palabras ya no salen, las bromas ya no calzan y lo único que le queda es despedirse, es separarse y olvidarse.

Cada una de las cosas que lo unían, ahora estorban, no se siente presente, si siente ajeno, se siente inexistente. El creyó encantar, pero del otro lado no hay nada que le haga especial.

Federico lo sabe, el día llego, ese día que estaba esperando llego, y no le queda más que dejar que suceda, no le queda más que despedirse.

¿Será que es cierto? – se pregunta – pero no puede más que ver lo evidente, no puede más que despedirse.

Quizá él pensó que las cosas serían diferentes, pero las personas son como la forma más predecible del mundo, las gentes son las cosas más comunes del mundo, y de ellas las palabras que dibujan las falsedades más típicas del mundo.

Se acabaron las esperanzas, se le murieron las posibilidades. Hoy es 15 y Federico, quizá pensó estar equivocado, pero hoy es 15 y Federico solo reafirma lo cierto. Ya Federico no hace más que seguir adelante y decir adiós.

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