martes, 13 de julio de 2010

Era una cajita


En sus manos Marcelo tenía una caja. Le agradaba, pero su color pardo no terminaba de encantarlo. Trato de ver la cajita, se cuestiono si tenía algo, quizá hasta la pensó vacía.

A Marcelo lo pusieron a comparar, con una caja color roja, era hermosa por fuera la “otra cajita”, tanto que sé la dejó, la uso, la tocó, jugó con ella y se dio cuenta de algo, era vacía, por dentro no tenía nada, hueca, de mal cantón, sucia, cochina, falsa, mierda… eso era.

La caja color pardo, quedó sola en su habitación mientras Marcelo se lavaba las manos de la basura que había tocado.

La caja pardo, no se dejó tocar más y Marcelo, lleno de mierda quedó.